Varían habitualmente entre el 7% y el 12% [2, 3 , 22] , y pueden distinguirse varias clases:
Complicaciones generales (son comunes a otros tipos de cirugía): puede presentarse retención urinaria, sobretodo en pacientes de edad y con problemas de obstrucción prostática, tromboembolismo y complicaciones respiratorias y digestivas.
Complicaciones inmediatas: las más frecuentes son las lesiones vasculares con hemorragias de vasos superficiales. Pueden producirse también lesiones de nervios, del conducto deferente y cordón espermático, y son infrecuentes las lesiones vesicales e intestinales.
Complicaciones tardías: puede aparecer equimosis y hematomas en escroto e ingle, infecciones, hidroceles, tumefacción testicular, orquitis isquémica y atrofia testicular.
Complicaciones relacionadas con la prótesis: desplazamiento, adherencias y fistulización, rechazo e infección. Esta última es la complicación más temida, pues puede requerir su retirada, lo cual es un factor de riesgo para la recidiva herniaria.
Recidiva: ocasionalmente y por perfecta que sea la técnica empleada, siempre podrán producirse recidivas, cuya aparición es más frecuente en las hernias directas.
Complicaciones relacionadas con la técnica laparoscópica [23]: pueden considerarse aquellas derivadas del uso del material quirúrgico laparoscópico (lesiones vasculares, fundamentalmente de vasos de la pared abdominal, viscerales y de nervios, aparición de hernias en los orificios de los trocares y lesiones térmicas por electrocoagulación) y las consecutivas a la producción de neumoperitoneo (insuflación del gas en la pared abdominal, mesenterio, epiplón o retroperitoneo, dolor en los hombros por irritación del diafragma, embolia gaseosa y neumotórax).
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