Aunque no está dentro del ámbito de estas Guías, vale la pena recordar el importante papel de la MN para el tratamiento de tumores, tanto benignos como malignos. La glándula tiroidea sigue siendo el órgano diana más importante, pero las indicaciones de la MN están en rápida expansión. Entre ellas figuran los tumores neuroendocrinos, las metástasis óseas dolorosas, algunas artropatías, la policitemia o los derrames neoplásicos. Se están investigando las opciones para el tratamiento por MN de leucemias, linfomas y algunos tumores hepáticos.