¿En
qué consiste?
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Se
trata de un dolor localizado en la parte baja de la espalda
que se origina a nivel de la columna vertebral, los músculos,
ligamentos o nervios de la zona. Así cuando un
dolor en esa misma región es debido a otros motivos,
como por ejemplo un cólico de riñón,
no se trata de lumbago o lumbalgia. Es un síntoma
muy frecuente, que padecen el 70% de las personas en algún
momento de su vida. La mayoría de los casos se
resuelven de forma natural y sólo una pequeña
parte (7% de los casos) desarrolla dolor crónico.
Pueden ser muchas las causas de la lumbalgia y también
es frecuente que no se identifique un motivo concreto
. Sin embargo, en la mayoría de los casos hay espasmo
y contractura de los músculos de la zona que produce
dolor, lo que a su vez aumenta la contractura. En el lumbago
agudo típico el dolor se inicia bruscamente, es
intenso, se acompaña de rigidez y en un principio
se hace más intenso con el movimiento, pudiendo
extenderse a nalgas y parte superior del muslo. La inactividad
y mala forma física, los esfuerzos y sobrecargas
de la zona lumbar (cargar pesos o esfuerzos físicos
en posición forzada), posturas incorrectas y prolongadas
(muchas horas sentados, en asientos inadecuados o de pie)
y el estrés, ansiedad y depresión aumentan
el riesgo de sufrir dolor de espalda. |
¿Cómo
se trata?
El
objetivo del tratamiento de la lumbalgia aguda es reducir el
dolor, recuperar la actividad y evitar que se haga crónico.
- Tanto los analgésicos como los antiinflamatorios
son útiles para reducir el dolor y la limitación
de movimientos. Además en determinados casos puede ser
necesario emplear relajantes musculares para
eliminar la contractura y el espasmo. Los medicamentos deberán
ser recetados por el médico dependiendo de cada paciente,
quien deberá respetar la duración y forma de tomar
el tratamiento, evitando siempre la automedicación.
- En el lumbago común el reposo en cama
(acostado boca arriba sobre una superficie firme, con las caderas
y rodillas dobladas) debe limitarse a los primeros momentos
con dolor intenso al moverse, generalmente entre dos
y cuatro días. No es eficaz permanecer
en cama durante mucho más tiempo, y sin embargo se sabe
que es beneficioso para los pacientes mantenerse activos: mejoran
más rápido los síntomas y disminuye el
riesgo de que se haga crónico.
- Aplicar calor moderado en la zona puede ayudar a mejorar la
incomodidad y el dolor, pero no es indispensable en el tratamiento.
Puede hacerse en forma de duchas calientes o un paño
caliente, con cuidado para no provocar quemaduras en la piel.
¿Qué
hacer para prevenir el dolor lumbar?
- Pónganse en cuclillas para levantar un objeto del suelo
y al hacerlo mantenga la espalda recta, evitando doblarse hacia
delante cuando lo esté alzando.
- Procure no cargar objetos pesados, para moverlos trate de
empujarlos en lugar de levantarlos.
- Siéntese en sillas con espalda recta o con apoyos para
su espalda. Al conducir, siéntese derecho y mueva el
asiento hacia delante, así evitará doblarse hacia
delante. Si debe conducir o estar sentado durante largos períodos
de tiempo, haga descansos para estirarse y coloque una almohada
pequeña o una toalla enrollada detrás de la parte
baja de la espalda.
- Cuando esté de pie mantenga una postura firme, con
hombros y caderas en línea recta con cabeza y cuello.
- Evite el calzado de tacón alto, no más de 4
o 5 cm
- Fortalecimiento de los músculos de la espalda. Caminar
y andar son buenos ejercicios globales para mantener un buen
estado físico y éste último es especialmente
adecuado para fortalecer la musculatura lumbar. Otra posibilidad
es realizar un programa regular de ejercicios, sin olvidar que
es fundamental mantener la actividad general
¿Qué
se debe vigilar especialmente?
-
Dolor que se extiende
por la pierna hasta más abajo la rodilla.
-
Entumecimiento y hormigueo
en la pierna pierna, pié o ingle.
-
Dolor que aparece con
fiebre, náuseas o vómitos, molestias en el vientre
o al orinar, debilidad, o sudoración.
-
Dolor causado por una
caída, golpe o accidente.
-
Dolor tan intenso que
impide cualquier movimiento y no se alivia con el tratamiento
o si su dolor no parece mejorar después de semanas.
Deberán evitarse posturas forzadas y los sobreesfuerzos
sin entrenamiento y procurar el fortalecimiento de los
músculos con ejercicio moderado y regular. En
el lumbago común el reposo se limitará
a los primeros días de dolor intenso con el movimiento,
aún cuando le duela conviene mantenerse activo.
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ESTAS MEDIDAS SON RECOMENDACIONES GENERALES. NO DUDE
EN CONSULTAR CON SU MÉDICO. EL PODRÁ MODIFICARLAS
Y AJUSTARLAS A SUS CONDICIONES CONCRETAS.
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