¿Qué
utilidad tienen?
Se sabe que realizar un programa regular de ejercicios como
parte del tratamiento del dolor lumbar crónico ( dolor
en la parte baja de la espalda de más de tres meses de
duración) mejora el dolor y los resultados físicos
(fuerza, flexibilidad, etc). Por otro lado, la inactividad y
mala forma física aumentan el riesgode sufrir dolor agudo
de espalda (lumbago común)
Caminar y andar son buenos ejercicios globales para mantener
un buen estado físico y éste último es
especialmente adecuado para fortalecer la musculatura lumbar.
Otra posibilidad es realizar un programa regular de ejercicios,
sin olvidar que es fundamental mantener la actividad general.
Los ejercicios que a continuación se exponen deben realizarse
con regularidad (al menos tres veces por semana), de forma lenta
y suave y sin producir dolor. Si con un movimiento se produce
dolor o entumecimiento y hormigueo de las piernas, debe interrumpirse
el ejercicio. Cada ejercicio se repetirá aproximadamente
10 veces.
Ejercicios
1.-
Recuéstese sobre su espalda, con las rodillas
levantadas y los pies apoyados en el suelo. Inspire profundamente
por la nariz y expulse el aire despacio por la boca, manteniendo
distendido (inflado) el abdomen. (5,6)
2.-
Partiendo de la misma posición, deslice su pierna
hacia el piso. Relájese y descanse. Levántela
deslizándola hacia la posición básica.
Repítalo con la otra pierna.(5)
3.-
Comience con la posición de respiración diafragmática
básica, acostado sobre su espalda con las rodillas levantadas
y los pies apoyados en el piso (a). Acerque una rodilla al pecho,
hasta donde pueda sin molestias (b). Baje el pie al piso; luego
deslice su pierna hacia abajo y relájela (c) Deslice
la pierna de regreso hacia la posición básica.
Repita con la otra pierna (3,4,5,6). Para llevar la rodilla
al pecho puede ayudar con las manos situadas en la rodilla o
en la parte de atrás del muslo
4.-
Recuéstese de lado en posición fetal (a). Acerque
el muslo que se encuentra arriba hacia el pecho, dejando que
la rodilla caiga hacia el piso como un peso inerte (b). Luego,
deslice la pierna de regreso, extendiendo la rodilla (c). Lleve
la pierna de regreso a la posición inicial y relájela.
Repita el ejercicio tres veces; luego, de la vuelta hacia el
otro lado y repita el ejercicio con la otra pierna.
5.-
Acuéstese boca abajo y coloque una almohada debajo de
su abdomen. Inspire profundamente y expulse el aire lentamente
contrayendo abdomen y nalgas (5).
ESTAS MEDIDAS SON RECOMENDACIONES GENERALES. NO DUDE
EN CONSULTAR CON SU MÉDICO. EL PODRÁ MODIFICARLAS
Y AJUSTARLAS A SUS CONDICIONES CONCRETAS.
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