Zero discriminación y estigma por el VIH

Zero discriminación y estigma por el VIH

Estigma

Atributo que desacredita
Diferencia no deseada
Miedo a lo desconocido o mal conocido
Juicio medicamente injustificado
Relacionado con actitudes y normas sociales
Provoca rechazo y hostilidad 
Discriminación por estar infectado por el VIH
Comportamiento de distinción, exclusión o restricción
Negación de oportunidades
Tratamiento injusto o desfavorable
Violación de los derechos humanos
Basado en un estigma
 
Factores que favorecen el estigma y la discriminación:
1. Ignorancia de las vías de transmisión.
Las únicas vías para transmitir el VIH en nuestro entorno son:
Las relaciones sexuales con penetración sin preservativo (anal, vaginal u oral).
Compartir material de inyección de drogas u otro material punzo-cortante en contacto con sangre infectada.
De la madre al hijo durante el embarazo, parto o lactancia.
El VIH no se transmite en ningún caso por:
Besos, abrazos, cariños, darse la mano o tocarse.
Lágrima, sudor, saliva, tos o estornudos.
Compartir objetos de uso común (platos, cubiertos, vasos, etc.), ropa o alimentos.
Compartir vivienda, ducha, lavabo, retrete, piscina, instalaciones deportivas, colegio, centro laboral, etc.
Mordeduras de animales ni picaduras de insectos.
2. Creencias erróneas y estereotipos:
El VIH solamente afecta a personas de grupos de riesgo. Falso, todos y todas somos susceptibles de infectarnos por el VIH.
La apariencia de una persona indica se está infectada por el VIH. Falso, la única manera de saber si una persona está infectada por el VIH es a través de una analítica específica de laboratorio para detectar el VIH.

Consecuencias:
1. Físicas:
El estigma y la discriminación por el VIH favorece el miedo al diagnóstico de infección por el VIH. Este miedo dificulta la realización de la prueba del VIH, y por lo tanto, favorece el retraso diagnóstico de la infección por el VIH. A mayor retraso diagnóstico mayor deterioro del sistema inmunitario, peor calidad de vida futura y menor esperanza de vida.

2. Psicológicas: procesos de autoculpabilización, atribución personal de responsabilidad, trastornos de ansiedad y depresivos.

3. Sociales: discriminación en el ámbito familiar, de amistades, laboral, etc. lo que favorece una peor situación socioeconómica y mayor dependencia.

4. Para la sociedad:
El retraso diagnóstico favorece la difusión de la infección por el VIH en la sociedad y el tratamiento y la asistencia sanitaria de las personas con retraso diagnóstico es más costoso que el de las personas con diagnóstico precoz lo que repercute negativamente en el sistema social y sanitario público.

Es responsabilidad de todos y todas la lucha contra el estigma y la discriminación de las personas afectadas, no solo porque es un derecho fundamental de estas personas, sino también porque es crucial para proteger y mejorar su salud y para reducir el impacto negativo de la epidemia en la sociedad.