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RESUMEN

Introducción: En la actualidad existe un interés creciente en la identificación y evaluación de tecnologías sanitarias obsoletas. Diversas instituciones están iniciando actividades encaminadas en esta dirección, pues la clasificación de determinadas tecnologías como obsoletas supondría un beneficio importante para los pacientes y los sistemas sanitarios, ya que los primeros dejarían de ser tratados con tecnologías de menor efectividad o menos seguras. A pesar de este creciente interés, la literatura publicada es muy escasa al tratarse de un campo muy poco desarrollado en la evaluación de tecnologías sanitarias, por lo que gran parte del contenido de esta guía se basa en opiniones de expertos. El grupo de trabajo ha definido como tecnología sanitaria obsoleta aquella tecnología sanitaria para una o varias indicaciones en uso cuyo beneficio clínico, seguridad o coste-efectividad ha sido superado de manera significativa por otras alternativas disponibles.

Objetivos: Proponer una metodología para la identificación, priorización y evaluación de tecnologías sanitarias obsoletas.

Métodos: Se ha realizado una revisión de la literatura científica hasta abril de 2009 en bases de datos especializadas en revisiones sistemáticas, como HTA (Health Technology Assessment), DARE (Database of Abstracts of Reviews of Effectiveness), NHS EED (Economic Evaluation Database del National Health Service) y la Biblioteca Cochrane Plus, y en bases de datos generales, como Medline, Embase, IME (Índice Médico Español) e IBECS (Índice Bibliográfico en Ciencias de la Salud)

Además, se revisaron múltiples bases de datos y motores de búsqueda de Internet, con especial énfasis en páginas de agencias de evaluación de tecnologías sanitarias y organismos gubernamentales de varios países, especialmente de investigación en servicios de salud. Se seleccionaron para la lectura a texto completo aquellos registros en los que se evaluase cualquier tipo de tecnología obsoleta o se diesen opiniones, ideas, ventajas o limitaciones sobre cualquier aspecto relacionado con tecnologías sanitarias obsoletas. Estos registros fueron seleccionados por dos autores por consenso y no hubo criterios de inclusión o exclusión propiamente dichos. Para cada una de las tres secciones de la guía, además de realizar una revisión sistemática, se desarrolló una metodología específica.

Resultados: La guía metodológica propone tres secciones diferenciadas para la identificación, priorización y evaluación de tecnologías sanitarias potencialmente obsoletas. Para el primero de estos apartados (identificación) se establecen cinco fuentes potenciales para la detección, clasificadas en activas y proactivas. Como fuentes activas aparecen: 1) consulta directa de la literatura médica (en bases de datos tipo Medline), 2) consulta de bases de datos de tecnologías nuevas y emergentes (EuroScan, GENTecS, Hayes, ECRI, ASERNIP-S), 3) consulta de revisiones sistemáticas de la literatura o de agencias de evaluación, y 4) consulta con las secretarías encargadas de las actualizaciones de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud o de carteras de servicios hospitalarias o autonómicas. En cuanto a los sistemas proactivos aparecería la notificación por parte de redes de profesionales sanitarios a las agencias o unidades de evaluación de tecnologías sanitarias sobre aquellas tecnologías potencialmente obsoletas. Después de la detección de tecnologías sanitarias probablemente obsoletas por cualquiera de las vías comentadas, las agencias de evaluación confirmarían con un procedimiento reglado que la tecnología identificada puede clasificarse como potencialmente obsoleta, pasando a su posterior priorización o evaluación si es priorizada para ello.

Para priorizar tecnologías sanitarias potencialmente obsoletas que pasen a ser evaluadas posteriormente se creó una herramienta de priorización (herramienta PriTec) y una aplicación web. Dicha herramienta consiste en tres dominios (población/usuarios; riesgo/beneficio, y costes, organización y otras implicaciones) con diez criterios en total. Estos dominios tienen un peso en la escala del 36,7 %, 36,7 % y 26,6 %, respectivamente. En la ponderación de la escala y en la selección de los criterios participaron clínicos, gestores y usuarios. Con estos resultados se ha desarrollado una aplicación web en castellano e inglés, de libre disposición y uso, a la que se puede acceder a través de la página web de avalia-t (http://avalia-t.sergas.es/) o directamente en www.pritectools.com o www.pritectools.es, que permite comparar y priorizar hasta 50 tecnologías sanitarias potencialmente obsoletas de cara a su evaluación.

Para evaluar una tecnología potencialmente obsoleta se ha propuesto una estructura de un documento de evaluación, con diferentes secciones, centrada en la comparación de los beneficios (tanto en eficacia como en seguridad, eficiencia, costes u otras implicaciones) de la tecnología potencialmente obsoleta frente a la alternativa propuesta. La sección de evaluación de la tecnología se basa en una revisión sistemática y debe reunir los requisitos de ser explícita, ordenada y reproducible.

Discusión: La guía puede ser utilizada por diferentes organismos interesados en la evaluación de tecnologías sanitarias obsoletas. Todas las secciones de la guía presentan ventajas y limitaciones. El apartado de identificación debe ser empleado de modo piloto para conocer cuáles son las fuentes de detección más adecuadas o eficientes en la identificación de tecnologías sanitarias potencialmente obsoletas. La sección de priorización permite la comparación de múltiples tecnologías potencialmente obsoletas. Es una versión inicial que puede ir mejorándose con el paso del tiempo. Será interesante ver su comportamiento y su grado de uso en otros entornos diferente al español.

Conclusiones y recomendaciones: Para evaluar cualquier tecnología sanitaria obsoleta es necesario establecer un proceso reglado que permita la identificación, priorización y evaluación de estas tecnologías. Es muy importante determinar el impacto que se espera a priori con la caracterización como obsoletas de determinadas tecnologías, pues cuanto más impacto genere su identificación como tales, más se beneficiará el sistema sanitario con su evaluación y posterior exclusión.

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