CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
- La localización de tecnologías sanitarias potencialmente obsoletas es compleja. Los actuales sistemas de búsqueda en las bases de datos más utilizadas de literatura médica no están orientados a la detección de este tipo de tecnologías.
- Existen fuentes de información muy útiles para detectar tecnologías potencialmente obsoletas. Estas son: bases de datos de informes de evaluación de tecnologías sanitarias, bases de datos de tecnologías nuevas y emergentes, redes de detección de tecnologías sanitarias obsoletas, y bases de datos que recojan la normativa vigente. Una vez detectada una tecnología previsiblemente obsoleta es necesario establecer un procedimiento estandarizado para valorar si cumple los criterios de definición de tecnología potencialmente obsoleta antes de pasar a la fase de priorización para su evaluación.
- La existencia de una herramienta de priorización facilita la selección de aquellas tecnologías potencialmente obsoletas que conllevan un mayor impacto en los procesos asistenciales o en la seguridad de los pacientes. Un sistema de priorización como el desarrollado en este informe permite priorizar tecnologías potencialmente obsoletas teniendo en cuenta los puntos de vista de los diferentes actores del sistema sanitario (gestores, clínicos y usuarios).
- Disponer de esta herramienta en castellano e inglés (herramienta PriTec) permitirá unificar criterios de priorización y hacer comparaciones entre diferentes organizaciones sanitarias. Es posible que la herramienta desarrollada precise ser adaptada a otros entornos o contextos sanitarios.
- La recomendación de clasificar una tecnología o indicación sanitaria como obsoleta debe basarse en la evidencia científica y debe culminar con una recomendación de exclusión de la cartera de servicios o restringir claramente su utilización exclusiva a algunas situaciones clínicas bien delimitadas.
- La definición de una estructura de contenido para los documentos de evaluación de tecnologías sanitarias obsoletas facilita su realización y su lectura. Al ser una propuesta novedosa, sería muy interesante que fuese utilizada por todas las organizaciones que evalúen tecnologías obsoletas, con el objetivo de disponer de un documento con una estructura homogénea en evaluación de tecnologías sanitarias.
- El mayor desafío en la evaluación de tecnologías sanitarias potencialmente obsoletas es la detección, priorización y evaluación de tecnologías que realmente impliquen un impacto importante en los sistemas sanitarios. Esta es la razón de ser de esta vertiente de la ETS y la más difícil de conseguir. Es de poca utilidad evaluar y confirmar tecnologías sanitarias como obsoletas si apenas se usan en clínica.
- El conocimiento, por parte de clínicos, gestores y usuarios del sistema sanitario, de la existencia de tecnologías sanitarias obsoletas y la difusión de los informes que las evalúan es clave para conseguir una repercusión adecuada de este tipo de evaluaciones.