a
| A

ALCANCE Y OBJETIVOS DE LA GUÍA

La guía pretende ser un elemento orientador para las diferentes vertientes de la evaluación de tecnologías sanitarias obsoletas. A su vez intenta reflejar aquello que, según la literatura y las recomendaciones u opiniones del grupo de trabajo, debería hacerse para una adecuada detección, priorización y evaluación de tecnologías potencialmente obsoletas. La guía se basa en la siguiente definición de tecnología sanitaria obsoleta, que ha sido consensuada por el grupo de trabajo, formado por técnicos españoles en evaluación de tecnologías sanitarias:

Tecnología sanitaria obsoleta: tecnología sanitaria para una o varias indicaciones en uso cuyo beneficio clínico, seguridad o coste-efectividad ha sido superado de manera significativa por otras alternativas disponibles.

Según esta definición, para que una tecnología sea considerada como obsoleta debe disponer de una alternativa que mejore sus resultados de modo global. De modo excepcional, también se considerarán como tecnologías obsoletas aquellas cuya alternativa sea no realizar ninguna intervención sobre el paciente y que esto se demuestre beneficioso para el mismo.

La definición también considera, en principio, que una tecnología obsoleta lo debe ser para una indicación concreta y, por tanto, cuando se evalúen siempre se indicará cuál es la tecnología acompañada de su indicación. De modo poco habitual puede haber tecnologías que sean obsoletas en sí mismas para todas sus indicaciones (por ejemplo, tratamientos oncológicos con dispositivos de radioterapia que emitan un exceso de dosis y que son mejorados o radiografía convencional en placa frente a radiografía en soporte digital) o indicaciones obsoletas para algunas tecnologías.

Es también importante destacar que como tecnología sanitaria obsoleta se entiende aquella que ha sido clasificada como tal después de un exhaustivo análisis de la evidencia científica. En este documento se diferenciará entre tecnología potencialmente obsoleta y tecnología obsoleta. Una tecnología potencialmente obsoleta será aquella sobre la que se apunta la posibilidad de su obsolescencia (cuando se identifica) después del proceso de detección, y una tecnología obsoleta será aquella sobre la que se demuestra su obsolescencia después de hacer un informe basado en una revisión sistemática.

La guía nace con el objetivo de ser aplicable en el ámbito público o privado y también en diferentes sistemas sanitarios. Hay que destacar que, después de muchas reflexiones, no se incluyen dentro del alcance de esta guía las tecnologías inefectivas, que vienen a ser aquellas que no han demostrado su efectividad pero que se utilizan de modo rutinario en la asistencia sanitaria o bien aquellas tecnologías que fueron efectivas pero por el progreso de la medicina las condiciones o patologías para las que se utilizaban ya no existen (como la vacuna de la viruela). Tampoco entran dentro del alcance de la guía aquellas tecnologías ineficientes, que serían aquellas cuyo beneficio se obtiene a costa de un gran consumo de recursos (de tiempo, costes o personal, o una combinación de los tres). El presente documento tampoco va dirigido a desinversión en tecnologías, a pesar de que la obsolescencia va ineludiblemente ligada a desinversión. Sin embargo, el término desinversión lleva implícita una evaluación o connotación de coste-efectividad que no es la finalidad de esta guía. La presente guía dispondrá también de una versión en inglés.

""